Pedro de Valdivia perteneció a una familia distinguida de la región de Extremadura, España. Se incorporó al ejército a corta edad y luchó en Italia, donde alcanzó gran destreza militar. Su capacidad como soldado quedó demostrada en las expediciones en que participó, tanto en Venezuela y Santo Domingo, como más tarde en el Perú, donde alcanzó el grado de maestre de campo de Francisco Pizarro en su lucha con Diego de Almagro. Gracias a su desempeño, obtuvo de Pizarro el título de teniente gobernador de Chile y en 1540 emprendió su viaje al país.
Además de sus habilidades militares, las cuales le permitieron vencer a los indígenas del valle del Mapocho y fundar Santiago, Valdivia fue un hábil político. Mantuvo a sus hombres obedientes y fieles, a pesar de las conspiraciones que se organizaron en su contra.
En 1547, en el Perú, se desató una nueva guerra civil. Gonzalo Pizarro se enfrentó al ejército real al mando de Pedro de La Gasca, presidente de la Real Audiencia de Lima. Valdivia se unió a sus fuerzas y, destacándose militarmente en la victoriosa campaña, logró que éste le confirmara su título de Gobernador. En su regreso a Chile fue detenido y conducido a Lima para contestar las acusaciones que contra él habían levantado algunos de sus compañeros. De este proceso se sabe muy poco, ya que los documentos originales están hoy en su mayoría perdidos, y el mismo Valdivia no hace referencia de este episodio en sus cartas al Rey. Demostrando su habilidad política, Valdivia fue capaz de preparar en tres días su defensa, a la que sumadas las declaraciones de algunos testigos, logró que La Gasca lo absolviera con la sola condición de finalizar su relación con Inés de Suárez, confirmándole su título de Gobernador.
Además de sus habilidades militares, las cuales le permitieron vencer a los indígenas del valle del Mapocho y fundar Santiago, Valdivia fue un hábil político. Mantuvo a sus hombres obedientes y fieles, a pesar de las conspiraciones que se organizaron en su contra.
En 1547, en el Perú, se desató una nueva guerra civil. Gonzalo Pizarro se enfrentó al ejército real al mando de Pedro de La Gasca, presidente de la Real Audiencia de Lima. Valdivia se unió a sus fuerzas y, destacándose militarmente en la victoriosa campaña, logró que éste le confirmara su título de Gobernador. En su regreso a Chile fue detenido y conducido a Lima para contestar las acusaciones que contra él habían levantado algunos de sus compañeros. De este proceso se sabe muy poco, ya que los documentos originales están hoy en su mayoría perdidos, y el mismo Valdivia no hace referencia de este episodio en sus cartas al Rey. Demostrando su habilidad política, Valdivia fue capaz de preparar en tres días su defensa, a la que sumadas las declaraciones de algunos testigos, logró que La Gasca lo absolviera con la sola condición de finalizar su relación con Inés de Suárez, confirmándole su título de Gobernador.
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