El Cid Campeador
1043. Rodrigo Díaz nace en Vivar, pequeña aldea situada a 7
kilómetros de la ciudad de Burgos, fronteriza entonces con el
Reino de Navarra.
Su padre es Diego Laínez, un noble infanzón (estamento
nobiliario situado entre los "fijos dalgo" y los "ricos ommes").
Su madre, Teresa Rodríguez, es hija del Conde de Oviedo
Rodrigo Alvarez, descendiente por línea paterna de Laín
Calvo, uno de los dos Jueces de Castilla.
En su adolescencia, con toda seguridad correrá y jugará en los
alrededores del castillo anterior al actual de Sotopalacios.
1058. A los 15 años queda huérfano de padre y se traslada, con otros infanzones, al
palacio de Fernando I el Magno, donde crece durante cinco años junto a su
primogénito, el príncipe Sancho.
Estudia letras y leyes, seguramente en el Monasterio de San Pedro de Cardeña.
Desde los primeros combates el joven Rodrigo se destaca como un gran guerrero.
1060. Es investido caballero en la Iglesia de Santiago de los Caballeros
(Zamora) por el príncipe Sancho.
El rey aragonés Ramiro I, hermano de Fernando I, toma la ciudad de Graus,
perteneciente a Zaragoza, reino moro vasallo de Castilla y León. El belicoso
Sancho, junto con Rodrigo, parten para presentar batalla a su tío Ramiro.
1063. En la Batalla de Graus, derrotan a los aragoneses, resultando muerto el rey
Ramiro I.
1064. Recupera la ciudad de Barbastro, que había sido tomada por el normando
Guillermo de Montreuil.
1065. El 27 de diciembre, muere Fernando I.
Antes de morir hace prometer solemnemente a sus hijos que respetarán su decisión
del reparto de su reino entre ellos.
El reparto de su reino queda establecido de la siguiente forma:
Castilla y el reino paria de Zaragoza, para el primogénito Sancho
León y el reino paria de Toledo, para Alfonso
Galicia y los reinos parias de Badajoz y Sevilla, para García
Toro para su hija Elvira
Zamora para su otra hija, Urraca
En contra de sus primeros ideales, Castilla y León vuelve a ser dividida.
En cuanto accede al trono de Castilla, Sancho nombra Alférez del Rey a Rodrigo.
1066. Dentro del contexto de la Guerra de los Tres Sanchos, tiene lugar un conflicto
fronterizo entre Castilla y Navarra.
Los dos reinos pleitean por la localidad fronteriza de Pazuengos (La Rioja).
Con el fin de evitar un excesivo derramamiento de sangre, acuerdan acudir a una
"ordalía" o Juicio de Dios.
Dicha ordalía consiste en un combate singular entre caballeros armados o campeones
(normalmente a muerte) en un terreno neutral o "liza".
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El rey navarro elige a Jimeno Garcés Conde de Lizarra, un gigante que presume de
haber combatido y dado muerte a 30 adversarios. Sancho se decanta por Rodrigo.
Preside el duelo el Conde de Barcelona Ramón Cabeza de Estopa.
Están presentes casi todos los nobles castellanos y
navarros, además del Duque de Aquitania y el rey
moro de Calatayud.
La pelea comienza a caballo y sigue en el suelo,
utilizando todo tipo de armas, hachas, mazas,
mandobles. Finalmente, después de una hora de
agotadora lucha, Rodrigo derrota al navarro, dándole
muerte.
Pazuengos es para Castilla y Rodrigo obtiene el título
de "Campeador" ("Campi Docti", "maestro o docto en
el campo del honor"). Cuenta con 23 años.
1067. El rey moro de Zaragoza se niega a seguir pagando
a Castilla las parias o tributos correspondientes.
El rey Sancho manda al de Vivar a solucionar la afrenta,
dándose el caso de que al llegar a Medinaceli, les sale al
paso un moro llamado Háriz, quien reta a Rodrigo a duelo
de caballeros.
Es tal la estatura del citado, que cualquier otro se lo habría
pensado, pero Rodrigo acepta el desafío y, el 27 de
septiembre tiene lugar la contienda en Barahona,
resultando que, de un golpe de mandoble, el Campeador
siega la cabeza del gigantesco árabe.
En dicho combate adquiere el sobrenombre de Cid o Cide
"Señor", transcripción del árabe sayyid. Poco después es
nombrado "Príncipe de la Hueste" del ejército de Sancho
II.
Pero Sancho es ambicioso y estima que, como primogénito, todos los territorios
que gobernara antaño su padre le pertenecen.
Después de un período de relativa tranquilidad, a la muerte de doña Sancha (7
de noviembre de 1067), las hostilidades se desencadenan.
En comnivencia con Alfonso atacan a su hermano García. Este es derrotado y
desterrado a uno de sus reinos parias.
1069. Después Sancho ataca al propio Alfonso, venciéndole en Llantada.
1072. En enero se celebra la batalla de Golpejera o Golpejar. Sancho y el Cid
se enfrentan en tierras palentinas nuevamente a los leoneses capitaneados por los
condes Pero y Gonzalo Ansúrez.
Vencen los castellanos. Sancho se convierte en Rey de León y encierra a su
hermano en una mazmorra.
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Por mediación de Urraca, que siente una especial devoción (incestuosa según algunos
historiadores) por Alfonso, éste es liberado y desterrado a Toledo.
Pero los nobles leoneses no ven con buenos ojos el cambio de rey. Su hermana Urraca
tampoco. Zamora se convierte en un campo de conspiración. Las tropas castellanas sitian
la ciudad.
1072. El 7 de octubre, estando los sitiados al límite de sus fuerzas, se presenta Bellido
Dolfos, supuesto desertor, con la excusa de enseñar un camino por el que penetrar
dentro de las murallas zamoranas.
Estando en presencia del rey Sancho, en lugar de hacer tal cosa, le atraviesa con un
venablo, causándole la muerte.
Rodrigo parte con algunos caballeros llevando a su rey muerto
camino del Monasterio de San Salvador de Oña en Burgos,
para enterrarle.
Entretanto, un caballero castellano de nombre Diego Ordóñez,
primo del fallecido rey, se presenta ante una de las puertas de
Zamora lanzando la siguiente proclama:
"Yo os reto, los zamoranos, por traidores fementidos,
reto a todos los muertos y con ellos a los vivos,
reto hombres y mujeres, los por nacer y nacidos,
reto a todos los grandes, a los grandes y a los chicos,
a las carnes y pescados, y a las aguas de los ríos".
Arias Gonzalo, Gobernador de Zamora, le responde.
Que quien a población desafía, ha de lidiar con cinco, reservándose el mismo el primer
lugar.
Ante su avanzada edad y por los ruegos de Urraca, uno de sus hijos es el primero en
combatir, resultando muerto tras dura pelea. Idéntica suerte correrá el segundo, con
gran pesar de Arias Gonzalo. El tercer hijo de éste, herido de muerte, descarga un
golpe de espada tan tremendo que a poco arranca la cabeza del caballo de Diego
Ordóñez.
El animal en furiosa carrera, saca al castellano del recinto del honor, declarando los
jueces que el torneo queda sin ganador, por quedar muerto el que está dentro del
campo y el vivo haber sido sacado por su propio caballo.
Castilla se encuentra sin rey, y los Reinos de León y Galicia con sus reyes
desterrados.
Ante tal situación, se reúnen las Cortes castellanas, no encontrando más solución que
proclamar como rey a Alfonso.
Sin embargo, antes de eso, la nobleza castellana exige a Alfonso que jure
que no tuvo nada que ver con la muerte de su rey.
El juramento se lleva a cabo en Santa Gadea de Burgos, siendo el Cid
el encargado de tomar juramento como hombre de leyes que es.
Con una mano en Los Evangelios y la otra sobre un cerrojo de hierro,
Alfonso jurará, tras oir decir a Rodrigo:
"Villanos te maten Alonso, villanos que no hidalgos
de las Asturias de Oviedo, que no sean castellanos;
mátente con aguijadas, no con lanzas ni con dardos;
con cuchillos cachicuernos, no con puñales dorados;
abarcas traigan calzadas, que no zapatos con lazo;
capas traigan aguaderas, no de contray ni frisado;
con camisones de estopa, no de holanda ni labrados;
caballeros vengan en burras, que no en mulas ni en caballos;
frenos traigan de cordel, que no cueros fogueados.
Mátente por las aradas, que no en villas ni en poblado,
sáquente el corazón por el siniestro costado,
si no dijeras verdad de lo que te fuese preguntado,
si fuiste o consentiste en la muerte de tu hermano".
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En cuanto Alfonso es nombrado rey, lo primero que hace es destituir al Campeador
como Alférez del Rey, designando como tal a su favorito, García Ordóñez.
1074. A pesar de todo, Alfonso intenta llevarse bien con Rodrigo y demás nobles
castellanos. De hecho trata de ganárselo para su causa.
El 9 de julio casa con la sobrina del rey, Jimena Díaz.
1075. Por orden real, se desplaza hasta Asturias para resolver algunos litigios,
destacando el que enfrenta al Obispo de Oviedo con el Conde Vela Ovéquiez y su
hermano Veremundo. Rodrigo falla a favor del primero.
El 28 de julio recibe de manos de Alfonso VI el Señorío de Vivar.
1076. El 12 de mayo el y su esposa hacen una rica donación al Monasterio de Silos.
Entre los años 1075-1079 parece ser que nacen sus tres hijos.
Pero Rodrigo no es feliz en la Corte de Alfonso VI. Sus antiguos enemigos, la
familia de Bani-Gómez, los Ansúrez, que llevaron juntos el destierro de su
monarca, oscurecen la presencia del "castellano", como normalmente es llamado
por el rey Alfonso.
1079. Estando en Sevilla para cobrar las parias (tributos) correspondientes al rey
Mutamid, es informado por éste que sus tierras están siendo atacadas por el Rey
de Granada y por García Ordóñez Conde de Nájera.
Mutamid le espeta:
"..Tu rey te manda a cobrarme parias mientras otros a quiénes también ha enviado con
fin semejante, corren mis tierras y las queman y las saquean junto a mi enemigo, el rey
de Granada. Si mi oro vale tanto como el de Abdallah, preciso sería que hicieses algo por
mi reino..."
El Cid informa a ambos que "por la reverencia y el respeto debidos" a su rey, se
abstengan de seguir adelante.
Pero éstos, que cuentan ademas con las mesnadas de Lope Sánchez y de Diego López,
subestiman las fuerzas del Campeador y se burlan de él.
Rodrigo les derrota, les captura y les humilla en el Castillo de Cabra, mesándole a
García Ordóñez una pulgarada de barba (en aquella época injuria gravísima y causa de
enemistad perpetua).
El de Vivar se gana la admiración de Mutamid que le colma de regalos para el rey
Alfonso, pero también se gana un peligroso enemigo en la persona del Conde de Najera.
1081. Hallándose Rodrigo enfermo, encontramos a Alfonso VI guerreando por tierras
toledanas.
Toledo se halla dividido en estos tiempos en dos facciones. Una de ellas, capitaneada por
Al-Cadir es proclive al reino castellano-leonés. La otra proclama la guerra sin cuartel
contra los cristianos.
Desde esta facción, se produce un ataque musulmán a Gormaz. El
Cid, indignado y ya recuperado, reconquista Gormaz y responde
atacando por su cuenta el reino moro de Toledo, sin reparar en
amigos o enemigos.
El rey declara que Rodrigo ha causado la "ira regia". Por tal
motivo es desterrado, prohibiendo a ningún burgalés que le
favorezca con cobijo o alimentos.
El Campeador no tiene más remedio que vender sus armas al
mejor postor, bien sea cristiano o musulmán.
Se le dan 9 días para abandonar el reino. En la primavera, parte
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para el destierro junto con 300 caballeros, dejando a su mujer e
hijas en San Pedro de Cardeña.
Su primera intención es dirigirse para ofrecer sus servicios a los Condes de Barcelona,
pero éstos le reciben con indiferencia. Entonces opta por dirigirse al reino paria de
Zaragoza, donde Muqtadir le recibe con los brazos abiertos.
Muqtadir muere en octubre, dejando dividido el reino entre sus hijos:
El Reino de Zaragoza para el primogénito Al-Mutamin
El Reino de Denia (Tortosa y Denia) para Mundir.
Rodrigo apoya a Al-Mutamin, mientras que su hermano Mundir solicita la ayuda de
Sancho Ramírez y del Conde Berenguer Ramón el Fraticida, que se ha deshecho
criminalmente de su otro hermano.
1082. El Cid derrota a ambos en Almenar, a tan sólo 20 km. de Lérida, apresando al
propio Conde.
1083. Socorre a Alfonso VI en el Castillo de Rueda (Rueda de Jalón).
En esta acción resultan muertos el infante don Ramiro de Navarra, así como don
Sancho, hijo del Rey de Navarra y el Conde de Lara Gonzalo Salvadores
llamado el "el de las cuatro manos" por su destreza en el combate.
Alfonso levanta el destierro que pesaba sobre el Cid, pero éste observa su escaso
porvenir en la Corte y vuelve al servicio de Al-Mutamin.
1084. En agosto derrota a Mundir y Sancho Ramírez de Aragón en Morella.
1085. Alfonso VI conquista Toledo. Y pretende hacer lo mismo con el reino moro
de Zaragoza, puesto que desde que el Cid es su protector, ha dejado de pagar las
parias correspondientes.
Muere Al Mutamín, sucediéndole su hijo Al-Mustain.
Rodrigo comunica a Al-Mustain que no piensa combatir con su rey. Abandona
Zaragoza que es sitiada al poco tiempo.
1086. Pero un gran ejército almorávide desembarca en Algeciras. El rey
castellano-leonés, conocedor de la noticia, levanta el sitio para hacer frente al
peligro que le viene por el sur.
Ambos ejércitos se encuentran muy cerca de Badajoz en Sagrajas, ó Zalaca.
Alfonso VI es derrotado y herido gravemente en las piernas, su caballería casi
completamente aniquilada, y está a punto de perecer.
Se reconcilia con Rodrigo y le hace importantes concesiones en Castilla.
El Cid tiene via libre para el hostigamiento de los almorávides en el Levante,
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haciéndole amo y señor de todo cuanto conquiste.
1088. Con tropas castellanas y las del rey Mustaín de Zaragoza (sucesor de
Al-Mutamin), se enfrenta al Conde Berenguer Ramón II, quien cuenta con la
ayuda de las tropas musulmanas de Mundir.
La batalla es feroz.
Rodrigo resulta herido, pero finalmente las tropas catalanas son derrotadas, quedando
sus líderes prisioneros. El Conde Berenguer II y demás nobles serán liberados tras
pagar fuerte rescate.
El Cid queda como amo y señor de todo el Levante.
El rey Mustaín intenta apoderarse de Valencia para sí, pero Rodrigo se lo impide
alegando que la victoria ha sido gracias a las tropas castellanas y por lo tanto toma la
ciudad en nombre de su rey.
Esto irrita sobremanera al reyezuelo árabe por entender que el Cid es su vasallo y lo
conseguido debe ser para él. Aliado al conde barcelonés intentan la toma de Valencia.
El Campeador acude con abundantes tropas castellanas y sus enemigos se retiran sin
presentar batalla.
1089. Deja a Al-Cadir en Valencia como protectorado, consigue para Alfonso VI
además las ciudades de Sagunto y Alpuente.
Desde el Castillo de Aledo reciente tributario de Castilla y Leon, el ejército de García
Jiménez lanza frecuentes ofensivas contra el Reino de Sevilla. El rey Motámid pide
ayuda a Ben Yusuf. Este desembarca en junio con un gran ejército y sitía el citado
castillo, tornándose la situación crítica para los sitiados.
Alfonso VI llama al Cid que se encuentra en Zaragoza para la defensa.
El Cid acude, acampa en Onteniente y vigila los pasos de Chinchilla y Villena. Alfonso
baja por Hellín y acampa en Molina de Segura, lo que hace desistir a Ben Yusuf del
asedio y Alfonso regresa a Toledo sin tener noticias del Cid.
El Campeador sufre un nuevo destierro y sus posesiones en Castilla son confiscadas.
Además ordena el ingreso en prisión de la mujer e hijos de Rodrigo. Sin embargo poco
después permite la partida de todos ellos al destierro junto al Cid.
1090. El Cid ataca y conquista numerosas posesiones de Al Fagit, Rey de Denia.
Este solicita la ayuda del Conde de Barcelona, Ramón Berenguer II.
Tras una dura batalla en Morella, el de Vivar encuentra la victoria haciendo
prisionero al propio Conde de Barcelona. El precio estipulado por su rescate es de
80.000 monedas de oro.
Rodrigo se retira a la ciudad de Daroca a restablecerse de las heridas sufridas en la
batalla. Allí firma la paz con Ramón Berenguer II y con el reyezuelo de Zaragoza.
Tortosa y Lérida quedan bajo la protección del Campeador.
1091. Ben Yusuf desembarca nuevamente en la península. Se hace con el control
de Granada y de Málaga. Su siguiente intención es dirigirse a Sevilla para derrocar
a Al Mutamid.
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Rodrigo y Alfonso acuden en auxilio de Al Mutamid y Rodrigo planta sus tiendas
delante de las de su rey, con la intención de hacer de parapeto en caso de ataque.
Esto es tomado por algunos nobles de Alfonso como un gesto de altanería por parte del
castellano. Y para colmo de males Ben Yusuf no presenta batalla por lo que deciden volver
hacia Toledo.
Estando en Ubeda Alfonso se encara con Rodrigo y, sabiendo éste, la intención de su rey
de prenderle, huye en la noche con dirección a Valencia.
Mientras tanto, Ben Yusuf toma el 7 de septiembre la ciudad de Sevilla, arrebatándosela a
Al Mutamid. Y poco después consigue la conquista del Castillo de Aledo.
1092. Ben Yusuf inicia el avance hacia el Levante, territorio del Campeador.
Alfonso VI, viendo el incontenible avance almorávide, se apresta a firmar un tratado con el
Rey de Aragón Sancho Ramírez y con el Conde de Barcelona.
En ausencia del Cid, Alfonso se presenta en Valencia exigiendo un tributo imposible de
pagar.
El de Vivar concentra sus tropas en Zaragoza y, tras advertir a su rey,
responde con un ataque devastador en Calahorra y Nájera, asolando cuanto
halla a su paso.
García Ordóñez, Conde de Nájera, no se atreve a enfrentarse al Cid,
volviendo éste a Zaragoza expectante por conocer noticias sobre Valencia.
El rey castellano-leonés y sus aliados no se atreven, finalmente, a tomar
Valencia, y vuelven a sus reinos.
Ben Yehhaf, general almorávide de Murcia, derrota al destacamento dejado
por Rodrigo y entra en Valencia para seguidamente asesinar a Al-Cadir
(protegido del Cid).
El Campeador monta en cólera al recibir la noticia. Al frente de su ejército
marcha sobre Valencia. En Yubella se encuentra con parte del ejército
almorávide que marcha sobre Zaragoza, al cual destroza.
En su marcha asola cuanta señal almorávide encuentra en su camino. Toma Peña Cadiella y Albarracín, ciudad en la que
recibe una lanzada en el cuello que a punto está de costarle la vida.
Finalmente se presenta con su ejército en Valencia, sitiando la ciudad durante 19 meses. Se le atribuye la siguiente frase,
dicha a los moros tras las murallas durante el asedio:
"Por un Rodrigo se perdió España y será otro Rodrigo el que la salve..."
1094. En junio entra triunfante en Valencia. Para evitarse problemas con la
población mayoritariamente musulmana, Rodrigo dicta las siguientes normas:
Las guardias serán realizadas por musulmanes
A los nobles musulmanes se les devuelven sus posesiones
Los soldados cristianos no pueden entrar a comprar o vender en la ciudad
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A Ben Yehhaf se le reconoce como Cadi
El Cid impartirá justicia dos días a la semana
El 13 de noviembre desembarca el grueso de ejército almorávide, instalándose muy
cerca de Valencia.
Ante esta perspectiva el Campeador pide ayuda a Alfonso VI y al rey Pedro I de
Aragón. Pero antes de la llegada de éstos concibe una intrépida, inesperada y
arriesgada maniobra.
Batalla del Cuarte. Hace salir sigilosamente en la noche a la mitad de su ejército
posicionándolo detrás del campamento almorávide.
A la mañana siguiente sale con la otra mitad haciendo ver que piensa atacar y batiéndose en retirada. Los almorávides
persiguen al ejército de Rodrigo. Inmediatamente, la otra mitad de su ejército ataca impetuosmente y con grande ruido el
campamento y la retaguardia almorávide.
Estos, automáticamente piensan que son las tropas de Alfonso VI y de Pedro I que llegan al rescate. Sin tiempo de
improvisar se baten en retirada dejando numeroso botín en manos cristianas.
1095. Tras derrotar a los almorávides, el de Vivar se apresta a vengar la muerte de su
amigo Al Cadir.
Encontrado Ben Yehhaf culpable, es condenado a morir lapidado por los nobles
musulmanes valencianos, pero Rodrigo, aplicando un viejo derecho castellano, le
condena a morir en la hoguera, sentencia que se cumple en el mes de mayo.
Tras estos hechos se desencadenan incidentes con la población musulmana de Valencia
que tienen que ser reprimidos con grande esfuerzo por las tropas del Cid.
1096. A consecuencia de estos alborotos transforma la mezquita mayor valenciana
transformándola en la Iglesia de Santa María.
Habiendo llegado a oidos de Rodrigo que un fuerte ejército almorávide está
desembarcando para hacerle frente, solicita la ayuda del monarca aragonés Pedro I.
Este llega junto con su hermano menor Alfonso (futuro Alfonso I el Batallador).
1097. En enero, con la ayuda de Pedro I, los almorávides conocen su segunda derrota de manos del Campeador en
Bairén.
Alfonso VI pide ayuda al Cid para
hacer frente a los almorávides que
nuevamente han concentrado un
poderoso ejército. Rodrigo no puede
hacer frente a esa demanda porque
se haya absorto en la conquista
levantina. Pero como prueba de
amistad le envía al rey castellano a su
único hijo, Diego Rodriguez.
El 15 de agosto, el Rey de Castilla
es estruendosamente derrotado en
Consuegra, y el hijo del Campeador
resulta muerto en la batalla.
Este mismo año, Alvar Fáñez es
derrotado en Cuenca.
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1098. Estando camino de Valencia, decide la conquista de la ciudad de Sagunto.
El 24 de junio, tras casi dos meses de asedio, sin recibir ayuda exterior alguna, las
huestes de Rodrigo conquistan la ciudad, expulsando a los musulmanes de la
misma.
Ante el empuje almorávide el Cid decide establecer sendas alianzas matrimoniales
con el Reino de Navarra y el Condado de Barcelona. Para ello casa a su
primogénita Cristina con el infante Ramiro de Navarra. Su otra hija, María, casa
con el Conde Ramón Berenguer III.
El Campeador rinde Almenara y Murviedro, sus últimas conquistas bélicas. El
dominio del Cid sobre el Levante es incustionable y no hay moro ni cristiano que
rebata ya su autoridad.
Nombra como Obispo de la Iglesia de Santa María a don Jerónimo.
El manuscrito de donación (aún conservado) hecho de puño y letra del propio
Rodrigo dice así:
1099. Estando sitiada
"Tras casi 400 años de dominio musulmán,
nuevamente Valencia, Rodrigo
suscitó el Señor al príncipe Rodrigo Campeador
resulta herido por una flecha. El
como vengador del oprobio de sus siervos y propagador de la religión cristiana,
el cual después de múltiples y extraordinarias victorias bélicas Cid no puede recuperarse de esta
alcanzadas con la ayuda divina conquistó Valencia, herida y muere el 10 de julio.
ciudad opulentísima por el número de habitantes y el esplendor de sus riquezas;
y habiendo vencido un ejército innumerable de moabitas
Según la leyenda, hace prometer
y bárbaros de toda España sin daño suyo
más allá de todo lo imaginable, a su esposa que cabalgará una
procedió a convertir en iglesia la misma mezquita última vez a lomos de su caballo
que los musulmanes tenían como casa de oración;
Babieca.
y habiendo sido designado, según lo prescrito en especial privilegio,
aclamado y elegido concorde y canónicamente y consagrado obispo
por manos del romano pontífice el venerable presbítero Jerónimo, Hecho esto y atado su cadáver a
enriqueció a la citada iglesia con este dote de sus propios bienes. su grupa, hace huir despavoridas
Año de la Encarnación del Señor de 1098" a las tropas musulmanas.
1101. Babieca no será montado por nadie más, muriendo en este año.
1102. Su esposa Jimena, mantiene el sitio durante tres años.
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